VIERNES 20 DE ABRIL, DE CÓMO EMBORRACHARSE AGUDIZA LA CAPACIDAD ARTÍSTICA.

Ya estamos a viernes, el cansancio va haciendo acto de presencia, por lo menos en mi cuerpo, porque los niños no parecen conocer ese concepto. 

Esta mañana tocó visita a la capital, pasamos toda la mañana en Palma, con María, nuestra guía, que nos enseño casco antiguo de la ciudad desde una perspectiva matemática, porque aunque no nos demos cuenta todo lo que nos rodea tiene alguna relación  con las matemáticas, fue algo curioso. Empezamos visitando la Catedral, seguimos por los baños árabes, ayuntamiento, un olivo milenario y varias plazas e iglesias dentro del casco antiguo. A la una regresamos al autobús y pusimos rumbo a Alcudia, para comer en el C.P. S’hort Des Frassers. 

Después de la comida, sin tiempo que perder nos fuimos, otra vez en autobús, a la Albufera de Alcudia, un humedal dónde habitan cientos de especies de aves, para hacer una ruta por los diferentes observatorios que hay en la reserva natural. Luego hicimos un descanso y aprovechamos para rellenar el cuadernillo de trabajo.

Al salir de la Albufera debíamos regresar al albergue pero, como todavía nos sobraba algo de tiempo y no estamos nada cansados, decidimos ir a visitar el mirador de La Victoria, dónde se encontraba una antigua ermita ahora convertida en Albergue y desde dónde se podían contemplar unas vistas paradisiacas de la bahía de Pollensa. Ahora sí, después de las fotos de rigor marchamos hacia nuestro lugar de descanso.

Llegamos cerca de las 20:00, sin apenas tiempo para ducharse y a cenar. Y cómo venía en el programa, pues nos fuimos a pasear durante más de una hora por el paseo marítimo, por si no habíamos tenido suficiente con todo el día. Durante el paseo pudimos ver varias figuras realizadas con la arena de playa, una alumna se acercó y me dijo: “profe, ¿te has dado cuenta que todos los que hacen las figuras con la arena están un poco bebidos?" Sí, que le vamos a hacer, contesté yo, y ella concluyó: "pues cuando sea mayor algún día me emborracharé para ver si me salen a mí figuras tan bonitas".  Casi me muero de la risa.

Después de andar más de la cuenta, ya que nos pasamos la calle del albergue y tuvimos que dar la vuelta, nos fuimos a la cama para intentar descansar, mañana nos levantamos media hora antes para coger el barco a Sa Dragonera.